Nos vamos a casa…
¿y ahora qué?
El Sistema Nervioso es muy delicado, pero afortunadamente muy plástico. Esto quiere decir que tiene gran capacidad de aprendizaje y de adaptación. Cuando el cerebro sufre un daño, el SN se reorganiza intentando recuperar funciones perdidas como consecuencia del daño…el quid de la cuestión es que para hacerlo de la mejor manera posible, necesita estímulos adecuados. Si no recibe este tipo de estímulos, se reorganiza “como puede” con el objetivo de intentar concluir la tarea, y esto significa que hará compensaciones que impedirán que la persona consiga el nivel de independencia funcional óptimo en su caso particular.
Como veis, la factura a pagar puede ser muy alta teniendo en cuenta que nos jugamos…por ejemplo, poder o no vestirnos y asearnos sin ayuda, poder caminar con o sin apoyo de una tercera persona, poder manejar una silla de ruedas o depender de que nos lleven y nos traigan, poder o no reincorporarnos a la vida laboral…creo que podréis vosotros mismos añadir supuestos a esta lista.
La terapia debería comenzar de forma precoz, una vez estabilizado el paciente. A las 48h del ictus la persona puede y debe empezar a recibir tratamiento de Neurorrehabilitación de mano de profesionales especializados. Pero esto a veces no es fácil, sobre todo en estas circunstancias de pandemia.

Al recibir el alta hospitalaria y una vez en casa, es frecuente que al principio os sintáis desbordados por la situación. Según el grado de afectación de la persona y su nivel de dependencia, surgirán dificultades en el día a día que serán mucho más llevaderas con un asesoramiento in situ sobre:
- Posicionamiento: tanto en la cama como sentado descansando, o a la hora de las comidas
- Cambios posturales y transferencias (cómo realizar de la mejor manera el cambio de cama a silla y viceversa, al WC, ducha…)
- Aseo y cambio de pañal si es necesario
- Ayudas técnicas o productos de apoyo para las actividades básicas de la vida diaria
- Tiempos adecuados y su progresión en las diferentes posiciones
- ¿Qué debe intentar realizar la persona por sí misma y en qué debo ayudarla?
No hay una fórmula mágica universal, sino que para responder a estas cuestiones es necesario valorar cada caso de manera individualizada. Y esta valoración debe realizarla un profesional de la Neurorrehabilitación, porque todo esto que estamos comentando forma parte de la recuperación de la persona y va a influir en su pronóstico.
Para que el Sistema Nervioso se reorganice adecuadamente, como decíamos más arriba, debe tener estímulos adecuados. Los profesionales de la Neurorrehabilitación centramos la terapia en la FACILITACIÓN de la función, y éste debe ser siempre un proceso interactivo entre el individuo, la tarea y el ambiente (de ahí la gran importancia del asesoramiento en casa)
Cuando esta facilitación tiene éxito, conlleva un cambio en el comportamiento motor, teniendo lugar lo que llamamos NEUROPLASTICIDAD. Afortunadamente, y en contra de lo que se decía hace unos años, sabemos que esta capacidad existe a lo largo de toda la vida del individuo, incluso en edades avanzadas.
¿Necesitas más información? ¿Hay algo que no hayas entendido o quieres resolver alguna duda sobre tu caso? Puedes escribirme y me comprometo a contestarte lo antes posible.